Un Testimonio de un divorciado
19.11.2014
En
un momento en que se pretenden realizar cambios en la Iglesia, este testimonio
brinda luz.
Creo
que vale la pena leer y difundir este testimonio valiente y diferente, pues
puede ser una solución real para personas que enfrentan esta situación.
LA
EUCARISTIA Y EL TESTIMONIO DE UN DIVORCIADO VUELTO CASAR
Soy
un divorciado que volvió a formar una pareja con quien tuvimos 3 hijos.
No
queríamos dañar nuestra familia, tampoco queríamos seguir viviendo en pecado y
decidimos tomar una decisión muy importante.
Un
sacerdote que conoce de cerca nuestras vivencias nos aconsejó compartir nuestro
testimonio, pues son muchos quienes viven situaciones similares y
quizás saber lo que vivimos pueda ayudarlos.
También
quisiera que este mi testimonio lo leyeran miembros del clero, pues es una
posible solución que muchos no la tienen en cuenta.
- LO QUE YO VIVÍ
Les
cuento que tuve un primer matrimonio, nos casamos muy jóvenes por la Santa
Iglesia Católica, no hicimos las cosas como Dios manda y así fue el resultado,
nuestro matrimonio duró tan solo unos meses.
Dado
que existían causales en nuestro matrimonio como para pedir la nulidad
del mismo, me acerqué a la Iglesia para plantear mi caso. Me atendieron bien y
tras una charla, me dieron un amplio cuestionario muy bien elaborado. El
responder el cuestionario, me ayudó mucho a poner en orden muchos
detalles de aquellas vivencias tan dolorosas que tan rápido nos habían
ocurrido.
Respondí
el cuestionario y lo presenté ante el buen sacerdote que asignaron para atender
mi caso.
Tuvimos
algunas reuniones con el sacerdote y él consideró que los causales eran
válidos, había que demostrarlo.
Se
citaron varios testigos de esta relación y algunas pruebas, pero el principal
testigo que era mi ex esposa no colaboró con su versión, de manera que no se
pudo demostrar la nulidad. Y así seguirá siendo aparentemente a menos que
mi ex cambie su postura.
Algunos
años después mi ex mujer rehace su vida de pareja. Y catorce años más
tarde de mi primer matrimonio, resolvimos casarnos por civil con quien fuera mi
novia desde hacía algunos años. Manteníamos la esperanza de que algún día
la Iglesia pudiera aprobar la nulidad de mi primer matrimonio.
Pasó
el tiempo mi pareja y yo, tuvimos 3 hijos pero no nos olvidamos nunca de
nuestra Fe y tratamos de distintas maneras de estar cerca de Dios, yendo
a misa, orando, leyendo la Santa Biblia, pero tal como debe ser nunca
comulgamos.
Algunos
nos sugerían: “vayan a ver a tal cura que es buenito y los va a hacer
comulgar”. Consejo muy equivocado, que gracias a Dios nunca aceptamos.
- ¿QUE PODÍAMOS HACER? ¿QUÉ
PODÍA YO HACER? ERA DIVORCIADO Y AMABA A MI FAMILIA, PERO ME
DOLÍA MUCHO VIVIR SIN ESTAR EN GRACIA DE DIOS
Cuando
tienes un problema como este aunque tengas buenos padres, hermanos y
amigos que te aman en general tratan de no hablar de tu problema. Algunos
nos palmeaban la espalda como diciendo “está todo bien” “tienen una hermosa
familia”. Pero no estaba todo bien, somos creyentes. ¿Cómo podíamos
estar bien viviendo en pecado?
Los
mejores consejos que teníamos eran: oren, vayan a Misa, hagan comunión
espiritual. Pero no nos era suficiente. Parecía que no había una solución real.
¿Cuál
era entonces la salida? Nuestra preocupación crecía, pues pasaban los años y
parecía que la nulidad de mi matrimonio nunca saldría y no veíamos otra
solución hacia adelante. ¿Cuánto tiempo más seguiríamos viviendo sin poner
nuestras vidas en orden con Dios?
¿Qué
podíamos hacer? No podíamos desarmar nuestra familia y ya no queríamos
seguir ofendiendo más a Dios.
- ENTONCES NOS LLEGÓ EL
CONSEJO DE UN “CURA DE VERDAD”, “UN CURA QUE NOS HABLÓ CON LA
VERDAD”
La
solución que buscábamos la tuvimos por el consejo de un cura valiente, un cura
de verdad, un cura que nos dio el consejo adecuado.
El
nos dijo: “tienen este problema, entonces vivan como hermanos, vivan en
castidad”.
¿Respuesta
dura? No, ni dura ni blanda. Sabíamos que
ese era un buen sacerdote y que quería nuestro bien. Su consejo fue la Verdad y supimos
que lo que nos estaba diciendo era lo que debíamos hacer.
¿Hay
respuestas “mágicas”? ¿Hay consejos “milagrosos”? Si, si los hay, son los
que llevan a cumplir la palabra de Dios. Porque en esos casos el buen
consejo, va acompañado por la obra del Santo Espíritu de Dios.
Mi
pareja y yo analizamos la propuesta individualmente y también juntos, y
muy a conciencia decidimos preservar nuestra familia y nuestra relación, pero
viviendo como hermanos, en castidad.
¿Parece
muy difícil? Claro que sí. Quizás yo mismo hubiera pensado que era casi imposible.
Pero… no fue así. Dios nos ayudó, Dios nos lo facilitó. Creo que me
quedo corto, quizás Dios lo hizo casi todo.
Mi
mujer hizo su confesión y pocos días después yo hice la mía. Ahora
mismo cuando escribo esto, me emociono al pensar que tuvimos el valor y la
gracia para hacerlo.
¡Qué
alegría de poder ofrecerle ese regalo a Dios, a
quien durante mucho tiempo habíamos herido viviendo en pecado!
Conservo
aun la fecha y el recuerdo de aquella tarde en que un buen sacerdote, gracias a
una decisión valiente me absolvió de mis pecados y me permitió iniciar una
nueva vida. “Gracias Dios que siempre estás esperando que volvamos
a Ti”.
Recuerdo
la primera vez que pude volver a comulgar después de tantos
años, salimos de la Santa Misa, doblamos la esquina levante los brazos al cielo
festejando y agradeciendo a Dios y les dije a mis hijos “hoy el
cielo está de fiesta”. Luchamos por no estar muertos y volvimos a la
vida y luchamos por no estar perdidos y fuimos hallados.
- LA RECOMPENSA DE DIOS:
Empezó
para nosotros otra vida. ¡Como quisiera poder saber explicar lo que esto nos
significó! No solamente poder llegar a estar más cerca de Dios, sino además
poder llevarle un regalo del cual me siento orgulloso. Ambos nos sentimos
muy agradecidos y orgullosos y nuestra pareja está muy bien.
Les
cuento que la mayoría de las veces al comulgar lloro lleno de emoción. Vuelvo
mi banco y me arrodillo todo el tiempo que puedo. Me quedo de rodillas, y aun
de rodillas me parece poco, pues quisiera tirarme al piso para honrar y
agradecer más a nuestro Dios.
- UN CONSEJO PARA LOS OBISPOS Y
PARA LOS SACERDOTES
Tristemente
para católicos y para toda la humanidad las Iglesias están vacías, muy pocos se
confiesan y en esas condiciones reciben la comunión.
Es
muy difícil distinguir en su forma de actuar un bautizado de un ateo.
¿Qué
creen ustedes que pasa? Creo que la Iglesia está muy herida y vive
una gran falta de Fe.
Yo
me pregunto: ¿Por qué no invitan a honrar la Santa Eucaristía como se debe?
¿Por qué no hablan del demonio? ¿Por qué no hablan del infierno, del purgatorio
y del cielo? ¿Por qué no recuerdan que es su prioridad y la de todo creyente
luchar por nuestra propia salvación y la salvación de todos nuestros hermanos? Hágannos
colaboradores responsables, exíjannos.
¿Por
qué no aclaran que no hay mayor caridad que la de salvar almas? ¿Por qué no
llaman a recordar que Dios nos quiere Santos? ¿Por qué no llaman a la
oración, al ayuno, al sacrificio, no llaman al esfuerzo, a la Cruz? ¿Por qué no
recuerdan a la necesidad de transitar por el camino angosto?
¿Por
qué no hablan de los mensajes dados en las apariciones de la Santísima Virgen
María? Aunque sean solo las de aquellas apariciones aprobadas por la Santa
Iglesia. ¿Por qué no informan que la Santísima Virgen no ha venido solo
para dejarnos sus bellas imágenes, si no para despertarnos, para hacernos
reaccionar, para que dejemos de pecar, para que volvamos a Dios? ¿Por qué no
hablan de los miles de llamados a la conversión y de las advertencias que Ella
nos da en sus mensajes?
¿Estamos
en un picnic o en un combate espiritual como lo indicó San Pablo?
¿Acaso
Dios dijo que sería fácil? ¿De dónde sale este mensaje suavizado? Que yo sepa
ni de la Biblia, ni del Catecismo, ni de las enseñanzas de los Santos Padres,
ni de los Doctores de la Iglesia, ni de los Santos y ni de las revelaciones
tampoco.
- QUERIDOS MIEMBROS DEL CLERO DE
LA IGLESIA:
¿Recuerdan
cuando Dios los llamó y abrazaron la Cruz de Cristo y quisieron ayudarle a
llevarla? Quisieron ser sal y luz. Querían encender el mundo con la llama del
Amor y de la Fe. Consagraron su vida a Cristo. Abandonaron el sueño de tener
una esposa, asumieron alejarse de su padre, madre y amigos. Y se negaron a los
encantos del mundo.
Querían
ayudar a Dios, querían llevar a cada humano a Dios. Querían
salvar almas.
Hechos
de los apóstoles (20,28-38):
En aquellos días, decía Pablo a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso: «Tened cuidado de vosotros y del rebaño que el Espíritu Santo os ha encargado guardar, como pastores de la Iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre. Ya sé que, cuando os deje, se meterán entre vosotros lobos feroces, que no tendrán piedad del rebaño. Incluso algunos de vosotros deformarán la doctrina y arrastrarán a los discípulos.
En aquellos días, decía Pablo a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso: «Tened cuidado de vosotros y del rebaño que el Espíritu Santo os ha encargado guardar, como pastores de la Iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre. Ya sé que, cuando os deje, se meterán entre vosotros lobos feroces, que no tendrán piedad del rebaño. Incluso algunos de vosotros deformarán la doctrina y arrastrarán a los discípulos.
- NÚMEROS QUE DEBERÍAN HACERNOS
REFLEXIONAR
Según
los datos de los que dispongo en Argentina asiste a misa regularmente entre el
2 y el 4 o el 5%.
Pero
ahí no termina el problema: supongamos que va a misa el 5%, la mayor parte de
ellos acostumbran comulgar. ¿Pero cuántos de los que comulgan se confiesan? De
Argentina no tengo datos, en EEUU solo el 12% de los que comulgan se confiesan
por lo menos 1 vez al año. Y el 45% no se ha confesado nunca desde a mayoría de
edad.
En
el Norte de Europa solo el 5% de los que comulgan se confiesan una vez al año.
Resumiendo
casi el 90% de los que se ponen en fila para comulgar en los Estados Unidos
cada domingo, el 95% en ciertas zonas del Norte de Europa y del 60 al 80% en
Italia no se confiesa ni siquiera una vez al año.
Supongamos
como ejemplo que un 8% de los católicos va regularmente a misa, el 80% de ellos
comulga o sea el 6,4% del total. Si suponemos que el 20% cumple con confesarse
1 vez por año. Entonces solo el 1,28% de los católicos comulga manteniendo las
formas. Esto suponiendo que no hay otras causas que invaliden la comunión.
1%,
2% supongamos el 10%. ¿Qué será de ese 99 o 98 % o para ser muy optimistas el
90% restante? ¿Cuál será su destino final?
En
Europa se están cerrando cientos de iglesias católicas y la mayoría de las que
quedan están vacías. Tan solo en Holanda 900 iglesias han sido cerradas, de
ellas 300 Iglesias han sido demolidas, otras 300 ocupadas por nuevas formas de
fe y las restantes convertidas en apartamentos, bares, restaurantes, oficinas,
Night Clubs.
Y
en este país hoy asisten a la Santa Misa 10 veces menos fieles que en 1960.
Si
no vemos que las cosas no están bien, difícilmente puedan encontrarse las
soluciones.
Debemos
ver el problema para reaccionar y para que la Iglesia pueda renacer.
- ¿POR QUÉ ESTA GRAN APOSTASÍA?
¿POR QUÉ NO TRANSMITEN LA FE?
Creo
que las palabras llegan, conmueven, transforman cuando concuerdan con la
Verdad, cuando el mensaje que se da, es el que Dios quiere que se de.
Si
el sermón se centra en otros temas, entiendo que el Espíritu Santo no
lleva esas palabras al corazón de los fieles.
Dios
quiere que se trasmita la Verdad y que se salven almas.
Es
la palabra de Dios la que ilumina las mentes, limpia los ojos y ablanda los
corazones. No es la opinión de ningún hombre por más formado e
inteligente que sea o parezca.
- EL MENSAJE DE DIOS ES CLARO,
PERO CLARO NO SIGNIFICA FALTO DE AMOR:
Yo
agradezco mucho al buen sacerdote que fue claro con nosotros: “Deben vivir como
hermanos, en castidad”. No necesitó una elocuencia excepcional, solo
necesitó decir lo que Dios quiere.
En
cambio si sus palabras hubieran sido: “no se preocupen ustedes se quieren,
comulguen tranquilos” o algo similar.
No
hubiera habido ni Paz, ni reconciliación, ni regreso a la casa del Padre, pues
no es lo que pedía Dios.
¿COMO
TERMINAR CON EL PECADO?
Dios
está siempre dispuesto y Feliz de recibirnos, pero debemos obedecerle. No
pecar.
Si
uno roba, debe dejar de robar. Si uno miente, debe dejar de
mentir.
Si
tengo la debilidad de beber o comer en exceso, debo superarla. Si
las apuestas arruinan mi vida y la de los míos, debo dejar de jugar.
Si
engaño a mi esposo/a, debo dejar de hacerlo. Si soy haragán debo
esforzarme y trabajar todo lo posible.
Si
obtengo mis ganancias de una actividad insana, debo dejar esa actividad y
buscar un trabajo honesto.
No
debemos tener relaciones prematrimoniales, pero si mi novia quedo embarazada,
debo solo considerar la posibilidad de que ese bebé nazca. Y darle todo mi
amor.
Si mis
padres están grandes y necesitan ayuda, debo cuidarlos.
Si
tengo la debilidad de sentir como homosexual, debo vivir en castidad,
Dios me premiará.
Si
soy católico debo ir a misa y confesarme y cumplir con todos los preceptos.
En
el medio hay un camino, donde la Iglesia deberá dar apoyo, buenos consejos,
afecto, seguimiento.
Pero
la mentira y darle vueltas al asunto no solucionan nada, sino que solo
alejan de la salida.
Le
hacen al pecador perder el tiempo y el tiempo en esta vida es limitado.
Es
claro: la solución del pecado es que el pecador deje de pecar,
cuanto más claro se diga esto, más gente estará en gracias de Dios.
No
es diciendo que el pecado ya no es pecado que se ayuda al pecador, sino con
claridad diciéndole la verdad y acompañándolo con verdadero amor.
El
pecado seguirá siendo pecado y la solución es con voluntad, la ayuda de Dios y
de la Iglesia dejar de pecar.
Si
yo hubiera accedido a seguir los consejos de los tranquilizadores de
conciencia, creo que hubiera caminado hacia mi condenación.
- POR FAVOR NO SUBESTIMEN A LOS
FIELES – LLÁMENNOS A SER SANTOS
Con
todo respeto les digo que creo que subestiman a los fieles.
Nos
piden poco y les devolvemos poco. Yo creo que muchos fieles llegarían a
actitudes heroicas, si se lo pidieran.
Creo
que se nos trata como a niños mal criados, sin voluntad, incapaces de grandes
logros.
Y
creo que muchos no se motivan en lo poco y creo que sí lo harían en lo mucho,
por la misma razón que citamos antes: Dios no nos pide poco, y si el mensaje
pide poco, ese mensaje no es acompañado por el Espíritu Santo.
¿Acaso
sabemos de algún santo que haya vivido una vida ligera? ¿Acaso no
estamos TODOS llamados a ser santos?
- EL CAMBIO SERÁ POSIBLE SI
PONEMOS A DIOS EN LOS CORAZONES
Dios
es quien cambia los corazones de los hombres y no hay sistema, ni país que
funcione si no hay Amor en el corazón de los hombres.
¿No
vemos lo que está pasando?
Todo
Amor, bien y armonía provienen de Dios. Por eso pido a la Iglesia Católica
surgida de Dios y mantenida por Dios la Virgen e incontables Santos, que nos
miremos para adentro, que busquemos las raíces, que llamemos al respeto de la
Santa Eucaristía, a la santidad, a la caridad, a la confesión, a los exámenes
de conciencias profundos, a los mandamientos, a la castidad, al verdadero Amor,
al servicio, a la oración, a la lucha pro-vida, a la austeridad, a la oración,
al ayuno, al sacrificio, al esfuerzo. Tantos valores han caído en desuso porque
quienes deberían difundirlos (todos los creyentes) nos hemos dedicado en gran
medida a otros temas.
Obispos
y Sacerdotes quieren ayudarnos, pidiendo menos, tienen consideración de
nuestras debilidades para que todo nos sea más fácil. Pero Dios nos pide ser
Santos y si esa flexibilización nos aleja de la santidad y también nos aleja de
Dios.
“El
que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama
será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él.” Juan 14:21
Algunos
miembros de La Iglesia intentan cambiar al mundo influyendo en la política y el
verdadero camino es volver a poner a Dios en el corazón de los hombres. Y con
Dios en nuestras vidas, el sistema, el gobierno, todo funcionará.
En
cambio, con cualquier sistema un mundo sin Dios es muy parecido al infierno.
- LOS TEMAS NO “POPULARES”
Si
en los sermones se hablara del infierno (dogma), del purgatorio (dogma), del
demonio (dogma), de que vivimos un combate espiritual (San Pablo), de que el
camino al Cielo es angosto.
Si
los cientos de apariciones de la Virgen se hubieran difundido, si los laicos
conocieran sus mensajes, si de las grandes y aprobadas apariciones no hubieran
quedado solo sus bellas imágenes.
Si
en los colegios Católicos se aprendiera la Biblia, si se pasaran vidas de
Santos, si se vieran hermosos videos disponibles acerca de cómo vivir la adolescencia,
la primera juventud, si se hablara con verdadero aprecio de la castidad y de la
virginidad.
Si
se enseñara que la prioridad es la salvación de las almas, la mía la de mis
seres queridos y las de todo los seres humanos.
Creo
que no haría falta modificar ninguna norma.
Dios
nos pide la santidad de Obispos, Sacerdotes y Laicos.
- SINODO DE LA FAMILIA
Estamos
muy cerca del Sínodo de la Familia se plantea hoy una falsa opción entre
condenar al pecador o flexibilizar las leyes de Dios, para que lo que es pecado
deje de serlo.
Al
pecador no se lo ayuda ni condenándolo, pero tampoco dándole palmaditas
despreocupadas diciéndole que todo está bien. Y mucho menos cambiando la
voluntad de Dios.
Se
lo ayuda con todo el amor y la compresión posible, pero diciéndole la verdad y
ayudándolo por todos los medios para que pueda superar el pecado y romper las
cadenas terribles que indefectiblemente alejan de Dios.
- ¿NUEVOS CAMBIOS?
Se
habla de cambios. ¿Están seguros que es bueno lo que algunos proponen hacer?
¿Van
aggiornarse, van a acomodarse a las nuevas realidades? ¿No recuerdan que
el mismo Jesús dijo: “El cielo y la tierra pasaran pero mis palabras no
pasaran”? Mateo 24:35.
¿Qué
es esencialmente distinto ahora? Nada.
¿Las
verdades de Dios pueden ser distintas por que ahora tengamos autos o celulares?
No.
Si
lo que algunos plantean se concreta, (aun con ciertos condicionantes) es
probable que personas en adulterio puedan comulgar con consentimiento (humano).
¿No
se les hará con esto un inmenso daño a quienes se pretende ayudar?
¿Que
podría venir detrás de esto?
¿Quiénes
serán responsables de esas almas? ¿Qué pasará con ellas?
¿No
se expone a la Santa Iglesia a un verdadero Cisma? ¿La Iglesia seguirá
representando la voluntad de Dios?
Creo
que si esto se concreta, será un tremendo golpe para esta nuestra querida
Iglesia que ya está tan herida.
Gran
parte de la Fe se ha perdido, pero se puede recuperar. Creo que no es la
solución redactar normas para conformar a personas que sufren la falta de Fe,
porque así no las auxiliamos, al contrario. Debemos ayudarlos poniendo
todas nuestras fuerzas en trabajar para llevarles la Verdad de Dios, para que
así el Espíritu Santo pueda devolverles la Fe.
- NI ABANDONAR LA CRUZ, NI EVITAR
EL CAMINO ANGOSTO.
Creo
en la Iglesia Católica, en la Iglesia de los Santos. Creo en la Virgen María
que en miles de formas nos está llamando, creo que Jesús sufrió lo inimaginable
pero se aferró a la Cruz.
Creo
que cada vida tiene su Cruz y no creo que sea función de la Santa Iglesia sacarle
a cada persona su cruz, si no aconsejarla, apoyarla, acompañarla para que pueda
llevarla con Amor y aun con alegría.
Esa
no es la enseñanza de los Santos, ni de nuestra Santa Madre María.
Creo
que a todos, la vida y de distintas maneras, nos presenta un camino muy
angosto, que sabemos que tenemos recorrer. No evadirlo.
Creo
que la Vida nos ofrece una Cruz que debemos llevar, porque la cruz también es
llave, es puente.
El
consentir no es ayudar, ni tampoco es lo cómodo y fácil el camino a la felicidad.
Por
favor no hagan que la gente abandone su Cruz, ayuden a llevarla y enseñen a
Amar esa Cruz.
Despertemos
Se
pide poco y se responde con menos, se oculta la Verdad y la Fe se seca. Santa
Iglesia Católica aun está ahí muy herida esperando que quienes deben defenderla
despierten, pues va a triunfar.
Bendiciones
para todos.
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