sábado, 30 de diciembre de 2017

EL MAL MORAL



¿Qué significa eso de que por sus frutos se conoce el árbol? ¿No hablaba el Señor de las dos volun­tades del hombre, la buena y la mala, llamando a la una árbol bueno y a la otra árbol malo? Porque de la buena voluntad nacen las obras buenas, y de la mala las malas, sin que puedan las obras buenas nacer de una voluntad mala, y viceversa.

Nos preguntan de dónde ha nacido el mal. Respondemos que del bien, pero no de aquel sumo e inconmutable Bien. Los males han nacido, por lo tanto, de estos bienes inferiores y mudables. Enten­demos que el mal no puede ser una naturaleza, sino un vicio de ésta; pero, sin embargo, entendemos también que no puede por menos de nacer y vivir en alguna naturaleza y que no puede haber nada que sea malo si no se ha separado de la bondad. Pero ¿de quién es defecto el mal sino de alguna natura­leza? Porque hasta la misma voluntad mala es voluntad de alguna naturaleza. Tanto el ángel como el hombre son naturalezas, y la voluntad, si es voluntad, no puede por menos de pertenecer a alguien. Pero a tanto alcanza la voluntad, que es capaz de cualificar a la naturaleza a quien pertenece. Porque si preguntan qué es el ángel o el hombre de mala voluntad, se os responderá con toda razón: Malo; y la razón es que reciben su cualificación más de su voluntad, que es mala, que de su naturaleza, que es buena. La naturaleza es una substancia capaz de recibir la bondad o la malicia; capaz de recibir la bondad, participando del Bien, por quien fue hecha; y de recibir la malicia, 110 porque participe de algún mal, sino porque es privada del bien; esto es, no porque se mezcle con alguna naturaleza mala de suyo, puesto que no existe una naturaleza mala en cuanto tal, sino porque se separa del Bien sumo e inconmutable.


La calificación moral procede de la voluntad.

El árbol bueno no produce frutos malos, frase con la que el Señor no indica una naturaleza de la cual salgan esos frutos de que habla, sino una voluntad buena o mala, cuyos frutos son las obras, que no pueden ser malas si proceden de una voluntad buena, ni buenas si son producidas por una volun­tad mala.

Pero quizás tú u otro me pregunte: ¿Cómo es que un árbol creado por el hombre, a saber, su buena voluntad, no puede producir frutos malos, y, en cambio, de la naturaleza, que fue creada por Dios, pueden nacer árboles malos (la mala voluntad), que producen frutos malos? Dios produce la naturaleza buena, y de la naturaleza buena puede salir una voluntad mala. El hombre produce una voluntad bue­na, y de ella no pueden salir obras malas. ¿Puede el hombre más que Dios? Oíd diligentemente lo que nos dice Ambrosio: “¿Qué es la malicia sino la falta del bien? No hay nada malo sino aquello que es privado del bien, porque la raíz de la malicia consiste en la falta del bien.

Deduce tú de esto que la voluntad mala es un árbol malo porque se ha separado del sumo Bien, con lo cual el bien creado se priva del Bien creador, y así se puede encontrar en él la raíz del mal, que no es otra sino la falta del bien. Y la voluntad buena es árbol bueno, porque, por medio de ella, el hom­bre se dirige al sumo e inconmutable Bien, donde se llena de él y produce frutos buenos. Pero Dios es el autor de todos los bienes, tanto de la naturaleza buena como de la voluntad buena, la cual no puede hacer nada si Dios no obra en ella.


La hipocresía.

1. Pureza de intención y fingimiento hipócrita.

Los que se apartan de aquella íntima y secretísima luz de la verdad, no encuentran donde pueda complacerse su soberbia, como no sea con fraudes y en­gaños. De ahí nace la hipocresía, en la que algunos son tan hábiles, que pueden engañar a cuantos quiera. El ojo limpio, al obrar el bien, no debe pretender las alabanzas humanas ni referir a ellas sus obras buenas, esto es, no debe hacer el bien para agradar a los hombres. En caso de no buscar más que las alabanzas humanas, bastaría con simular el bien, porque los hombres, incapaces de ver el cora­zón, alabarían lo falso; los que esto hacen simulan la bondad y son hombres de corazón doble. No tie­nen, por lo tanto, corazón sencillo, es decir, limpio, que desprecie las alabanzas humanas y mire y de­see complacer únicamente, con su vida buena, al que ve la conciencia en su interior.

2. Agradar a los hombres por Dios y para Dios.

Nos dice el Apóstol: Si aún buscase agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo, a pesar de haber dicho en otro lugar: Como procuro yo agradar a todos en todo. Los que no entienden, creen ver oposición en ambos pensamientos; pero, en realidad, lo que quiere decir al afirmar que no agrada a los hombres, es que no obra bien por complacerlos a ellos, sino a Dios, cuyo amor quiere dirigir los corazones humanos complaciéndolos. Por eso dice con razón que no procuraba agradar a los hombres, porque hasta cuando los contentaba lo hacía por Dios, y si manda a los fieles que agraden a los hombres, no es para que apetezcan esta complacencia como premio de sus obras, sino porque es imposible agradar a Dios sin mostrarse como ejemplo a los que queremos salvar, y es imposible mostrarse como ejemplo y que nos imiten si no les agradamos. Tampoco es un absurdo decir: Cuando busco el barco, no busco el barco, sino la patria a que me diri­jo-

3. Castigo del hipócrita.

Cuando hagas, pues, limosnas, no vayas tocando la trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados de los hombres. No te empeñes en que te conozcan, como los hipócritas. Todos sabemos que los hipócritas no llevan en su corazón lo que muestran a los ojos de los hombres. Son simuladores disfrazados de personas distin­tas de la propia, como ocurre en las fabulas escénicas. En efecto, el finge que es justo y no lo practi­ca, porque pone todo el fruto en las alabanzas de los hombres; fruto que también los simuladores, engañando a aquellos hombres que los creen buenos y los alaban, pueden conseguir. Pero estos tales no recibirán el premio de Dios, que lee los corazones, sino el suplicio de su mentira; ya recibieron su premio de los hombres, y con toda razón se les dirá: Separaos de mí, operarios mentirosos; utilizas­teis mi nombre y no hicisteis mis obras.


Universalidad de la concupiscencia.

4. La vida del justo es una guerra, no un triunfo

Los hombres sienten una inclinación al pecado que apenas pueden contener, y por eso, en cuanto oyen que el Apóstol dice: No hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, obran el mal, e ima­ginándose que no les place haberlo obrado, se creen ya semejantes al Apóstol.

En primer lugar, recordad lo que habéis oído tantas veces gracias a Dios: que la vida del justo, mientras permanece en este cuerpo, es una guerra y no un triunfo. Un día llegará el triunfo de esa gue­rra. Por eso el Apóstol ya lanza gritos guerreros, ya entona voces triunfales. Habéis oído el grito de la guerra: No hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero. Si, pues, hago lo que no quiero, reco­nozco que la ley es buena. Queriendo hacer el bien, es el mal lo que se apega; pues siento otra ley en mis miembros que repugna a la ley de mi mente y me encadena a la ley del pecado. En esas voces de repugnancia y de cautividad, ¿no conoces el grito de la guerra? No es la hora del triunfo todavía, pero también este ha de llegar. El mismo Apóstol te lo enseña y dice: Es preciso que lo corruptible se vista de incorrupción: Ése es el grito triunfal. Entonces se cumplirá lo que está escrito: La muerte ha sido absorbida por la victoria. Gritan los triunfadores: ¿Dónde está, ¡oh muerte!, tu victoria? Vivimos ahora en la guerra. Los que todavía no hayan querido pelear no entenderán lo que se dijo; los que pele­áis lo entenderéis; mi voz resonará y la vuestra hablará en silencio.

5. Hay que vivir según el espíritu y no según la carne

Ante todo, recordad lo que San Pablo escribía a los gálatas, lugar en que expuso claramente esta doctrina. Hablando a los fieles y a los bautizados, a los que se les habían perdonado en aquel santo lavatorio todos los pecados; hablando, pues, a los que luchaban, les dice: Andad en espíritu y no deis satisfacción a las concupiscencias de la carne. No dice no hagáis, sino 110 perfeccionéis. ¿Por qué? Porque, continúa, la carne tiene tendencias contrarias a las del espíritu, pues una y otro se oponen de modo que no hagáis lo que queréis. Pero si os guiáis por el espíritu, no estáis bajo la ley; pero si, cier­tamente, bajo la gracia. Si os guiáis por el espíritu. ¿En qué consiste guiarse por el espíritu? En con­sentir a los mandatos del espíritu de Dios y no a los deseos de la carne. Sin embargo, ésta desea y se resiste, quiere algo que tú no quieres; persevera, y tú te opones.


San Agustín, tomado del boletín Fides n° 1069.

viernes, 29 de diciembre de 2017

COMO  CREAR UNA SOCIEDAD PLAGADA DE ACEDIA

Antes de comenzar quisiera dar algunas consideraciones.

            La Acedia es un estado espiritual del alma donde existe una incapacidad del alma de alegrarse en, con y por Dios. Entre las características manifiestas encontramos: la indiferencia, la ingratitud, la tibieza, la tristeza por los bienes divinos, la ceguera, en enfriamiento de la virtud, incapacidad de alegrarse por el culto divino, la impiedad. Se presenta primero como una tentación y cuando se acepta se vuelve hábito y evita el progreso en la vida espiritual.

            Su raíz es histórica, el origen es a partir de la caída de los ángeles, quienes pecaron por soberbia y envidia, y por esta razón entra la muerte en la humanidad. El demonio odia al hombre por su capacidad de amar, entonces si no puede destruir la obra creadora de Dios la corrompe.

El demonio se entristeció por el bien de Adán y Eva, y hace que el hombre incumpla el designio Divino, que continúa a través de la historia. Es por esto que trabaja incansablemente en la búsqueda de la condenación del género humano y para ello incita al hombre a que peque de acedia Con su astucia ha logrado introducir sutilmente en el mundo tres mentiras principales:

La Primera forma: La mentira favorita de Satanás es decir que él no existe. Esta mentira viene en varias formas. La más flagrante es decir que él y Dios no existen.

La segunda forma: dejar que usted crea en Dios, pero decir que el mismo Satanás no existe, que es una creencia medieval o supersticiosa.

La tercera: forma de la mentira es que él no es una persona real y personal, que “el diablo” es simplemente otro nombre para el mal o lo “sombrío” o “el lado oscuro de la vida.




Todo esto lo hace persiguiendo unos fines determinados:

Control total de la mente de las personas

            Por medio de la nueva era, e implementación de filosofías y técnicas de autoayuda apartar al hombre de la verdadera espiritualidad y prácticas devocionales que le permiten estar vigilantes, para así llenarlos de nuevos elementos tales como: método de autoayuda Silva por medio del cual van a creer tener un mayor control de la conciencia, practicas de parapsicología para la curación física y mental entre ellas podemos mencionar: el reiki, la psicotrónica, yoga, las artes marciales, además de la hipnosis, regresiones  y técnicas de meditación variadas de escuelas budistas. Cambiando las verdades de fe por nuevas creencias erróneas y en algunas ocasiones sin respaldo científico, todo esto con el fin de ir aflojando la voluntad y así el poder actuar.

Destruir la Sana Doctrina

            Busca que el hombre desobedezca el designio amoroso de Dios en su palabra, ya que el es un rebelde, así como hizo que nuestros primeros padres lo hicieran En Génesis 2:16-17 se encuentra el mandamiento y advertencia que fueron dados a Adán En Génesis 3:1-6, se encuentra el relato bíblico de como Adán y Eva fueron tentados a desobedecer el mandamiento de Dios, en Génesis 3:7-10, se encuentran los resultados inmediatos de la desobediencia de Adán y Eva, el pecado original, y por esto todos los descendientes de Adán y Eva, excepto la Santísima Virgen María, venimos al mundo con el pecado original en el alma, y con las consecuencias de aquel primer pecado, que se nos transmite por generación.

            El demonio busca la oportunidad para seducir al hombre para apartarlo de la sana doctrina, durante la historia ha influido en nuestra sociedad, desde el punto de vista religioso con los herejes y la reforma, el cultural con la ilustración racionalista, teorías evolucionistas,  política con la revolución marxista y el comunismo materialista, sembrando terror y odio entre las personas, por medio de un proceso de laicización o independencia de la influencia religiosa. Corrientes relativistas y subjetivistas que por medio de falsas doctrinas desvirtúan la creación bíblica, así como también todos los eventos importantes en la historia de la salvación, tergiversando los acontecimientos, dándole  un matiz racionalista hasta el punto de negarlos.

            En la búsqueda de sumergir al hombre en la ceguera, oscuridad y sectarismo, moviéndolo a interpretar erróneamente las verdades desde el punto de vista teológico con el fin de que abandonen y renuncien voluntariamente y eliminando la verdadera religión de sus corazones.

            Apartar al hombre de la lectura de la biblia para sumergirlo en el total desconocimiento de su Dios, enfriando su conciencia y la su razón del sentido trascendental de la vida, Tu eres Dios!.

            La vida es una ilusión…Hazlo!! Solo vives una vez!! desenfreno y profundo materialismo: Compra, roba, bebe, drógate, fuma, satisface tus deseos sexuales cualesquiera que sean, y no te preocupes, lo importante es que seas feliz..la vida es para tratar de vivir la ilusión y para lograrlo hay que volverse parte del sistema.  Cual sistema? Un sistema cuyas bases son la ilusión y el materialismo.

La mente libre y pensamiento libre son dos amenazas para la sociedad actual, por eso es un menester lograr manipular las masas, para así poder descristianizarlas y paganizándola, destruyendo las reservas morales. Por medio de un aparato comunicacional se logra manipular la información, noticia, política, educacional, religión, etc. Una cosa es lo que pasa y otra es la que se dice, sociedad con una tiranía de pensamiento, y una población dócil, que respete la autoridad, es manipulable.

La familia es sumamente importante desde hace algunos años se lucha por disgregarla, hacerla disfuncional y destruirla, Una televisión laicista es un arma poderosa en contra de ella, contenidos de sexo, homosexualismo, lesbianismo, drogas y violencia que se exhiben diariamente, surge como un elemento de adoctrinamiento y entretenimiento, a las masas a través de mensajes obvios, y presentación de ídolos para imitar y adorar. A los niños se les forman ideales de una sociedad carente de sentido existencial, con ideales morales contrarios condicionando consiente e inconscientemente, una sociedad corrupta, creando confusión entre el bien y el mal, así no pueden discernir, creando una estructura de sociedad económica de consumo creando necesidades que no forman parte de nuestras vidas.

Las películas cumplen el papel de inducir a las personas dos mensajes: uno de un primer nivel que sea obvio para la audiencia carente de conocimiento, y un segundo de significado más profundo y escondido, algunos medios controlados por personas que practican el ocultismo. En plena función los sentidos embotan, y es como si se pusiera en trance a las personas, es como un estado de sueño donde se suspende la incredulidad, una catarsis, y se comienza a creer que lo que esta ante nuestros ojos es real, atravesamos estados emocionales, lloramos, reímos, nos disgustamos, falsos sentimientos de bienestar, es allí donde se estamos abiertos para la incertacion de mensajes. Una vida excitante, llena de emoción, escapando de nuestras responsabilidades, sexo – dinero – fama los placeres terrenales.  Entonces esos modelos que se nos presentan vienen a ser fenómenos sociológicos de alcance universal, iconos, ídolos, ejemplos a seguir, y ¿si se exalta el erotismo, la vanidad, deseos y fantasías?.

Los frutos de todo este coctel es que se abandone el fervor religioso, que exista una ruptura de la conciencia con su historia anterior, que caigamos en una búsqueda de los propios intereses, que los de Cristo.  Entonces caemos en los gozos mundanos: bondad fingida, benevolencia mentirosa, culto a las amistades y vínculos familiares y sociales, culto al trabajo y a la profesión para autocomplacerse. El hombre se aparta de Dios y se vuelve a las cosas, se refugia en las virtudes morales y humanas para abandonar las virtudes teologales, a las cosas que lo deleitan corporalmente.

Comienza la virtud a ser aburrida, se cae en el perpetuo olvido de las responsabilidades inmediatas esto es distracción perpetua. “Permaneced vigilantes, orando en todo tiempo para que podáis escapar de todas esas cosas que van a suceder, y para que podáis presentaros delante del Hijo del hombre.” Lc 21,36.
Cuando se estudia el conductivismo de Pavlof  encontramos una raíz materialista: cambiar el modo de pensar y conducta de los creyentes.  Disuasión colectiva, induciendo a la acedia, provocando la apostasía, esto lo encontramos característico en aquellos tribunales del pueblo de los comunistas donde se procuraba en la acusación mediante halagos y amenazas que se confesaran culpables, se imponía conciencia culpable se lograba la confesión y autoacusación a gran escala.

En la cultura occidental encontramos versiones distintas con el nombre de MODA, entonces lo que no está, no tiene cabida.  Encontramos publicidad dirigida, autocritica a ultranza, autodenigradora, autodemoledora, la meta es selectiva reorientar, reeducar hacer compatible lo que no es con el mundo. Una sociedad donde la nueva era  y el ocultismo es lo que está de moda.

Enumerando consecuencias:  la ociosidad, la pereza, importunidad de la mente, la inquietud del  cuerpo la inestabilidad, la curiosidad. No se quiere mover la inteligencia a creer para conocer el bien verdadero y la orienta a otros bienes.  Se cae en la apatía, se deprime, evasión, evasión, evasión; les invade el sinsentido, el tedio, la nausea, el aburrimiento. Terminan clausurando su corazón para el encuentro con Dios.

Es por esto que es más conveniente ahora que antes la mortificación de los sentidos, viene a ser una virtud cristiana que hace morir los apetitos contrarios, su victoria verdadera con el Cristo crucificado es por el resto de la vida.

Hay que dar una respuesta a la fe, es necesaria la gracia de Dios que se adelanta y nos ayuda junto con el auxilio interior de Espíritu Santo que mueve el corazón y lo dirige a Dios, abre los ojos del espíritu, concede a todos el gusto en aceptar y creer en la verdad.

REMEDIOS

§  El demonio de la acedia se exorciza con reconocerlo por su nombre.
§  Ser fiel al magisterio de la Santa Iglesia Católica
§  Ser agradecido por los bienes divinos (Casiano)
§  No anteponer nada al amor de Cristo (San Benito Abad)
§  Ponerse en guardia contra la tibieza (San Isidoro de Sevilla)
§  Pensar siempre en los bienes celestiales (San Gregorio Magno)
§  Pensar y meditar en bienes espirituales: meditación creyente, ejercicio de fe que conforta, consuela, pacifica, hace bueno (Santo Tomás de Aquino)
§  Aprecio y cultivo de la consolación, esto es el gozo de la caridad, perseverancia en el bien (San Ignacio de Loyola)
§  Tener espíritu de penitencia
§  Justa medida en el trabajo
§  Meditación y lectura espiritual
§  Asistencia a los sacramentos de la confesión y Eucaristía
§  Reflexión de los novísimos
§  Persistir, resistir, pero nunca desistir.

A M. G D.

Lic.: H. Alfredo Barón M.

jueves, 28 de diciembre de 2017

Hay situaciones en que nos encontramos vulnerables a los demonios. Nuestra vulnerabilidad aumenta en las horas del sueño, cuando la mente activa está en un estado de reposo o incluso en estado errante. Es importante “sellar” el sueño con la oración y la Escritura antes de dormir (y luego sellar el día con la oración al levantarse).

Por otro lado, nuestra mentalidad occidental, materialista nos lleva a pensar que la enfermedad y los malestares pasajeros tienen siempre causas fisiológicas, que sólo pueden tratarse con medicamentos físicos. Pero también hay enfermedades y malestares creados o potenciados por el maligno, para lo cual también aquí ofrecemos algunos antídotos.

Somos cuerpo, espíritu y alma, criaturas materiales que tienen emociones y pensamientos inmateriales, y puede suceder que un problema de salud no necesariamente tenga una causa fisiológica sino espiritual, y en algunos casos, su permanencia en el tiempo, a pesar de los remedios materiales para combatir la enfermedad fisiológica, quizás esté explicada por la acción de agentes sobrenaturales.

Lamentablemente se oyen pocas homilías sobre los demonios, las batallas espirirituales y las oraciones de liberación y es a la única información espiritual que acceden muchos católicos, por eso es importante hacerles llegar a ellos la experiencia de Santos como Santa Faustina en las batallas espirituales, lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica y oraciones de Liberación, que publicamos abajo.

UNA PRESENCIA OSCURA QUE MOLESTA
Puede haber cosas como un ataque espiritual (sueños que nos drenan, que nos molestan, que insertan nociones falsas) y en casos extremos puede haber incluso lo que llaman “terror nocturno”, un fenómeno que los psicólogos atribuyen a la tensión, sobre todo en los jóvenes: susto repentino o parálisis en ese estado de suspensión mitad despierto y mitad sueño. Aunque también puede haber un asalto de espíritus malignos.
El autor de un libro llamado “Purga de su casa, Poda del Árbol de su Familia” relata cómo fue molestado durante meses por una presencia oscura que llegó mientras dormía. En su caso, se trataba de un espíritu tratando de detener una nueva unción para él – para frustrar bendiciones planeadas de Dios para su misión.

“Estos ataques paranormales se hicieron más comunes y frecuentes en los meses finales del otoño”, escribió este autor, Perry Stone.
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“Ellos incluyeron ruidos de extraños zumbidos, la sensación de indefensión, de estar paralizado y voces audibles burlándose de mí,maldiciendo la Biblia, blasfemandocontra Jesucristo, la amenaza con hacerme daño físico. Estos no fueron juegos o trucos de mi mente o una imaginación demasiado fértil”.

Él lo superó al confiar en Dios – descargando todo en Él. Dios siempre nos asiste cuando nos mantenemos firmes.

A veces viene de inmediato, a veces, viene con el tiempo, pero siempre viene con la fe.

DOS TESTIMONIOS

He tenido varios sueños en los últimos años, el último hace apenas unas semanas, en el que el diablo me sigue tratando de atraparme mientras yo huía.

A veces el aparece en la forma de una persona, y en un momento estaba en la forma de un perro feroz.

Pero el ataque se detiene tan pronto como digo el nombre de Jesús, y también, según recuerdo que lo hice con el perro en mi sueño, cuando me rocío con agua bendita.

En estos sueños a veces es muy difícil de decir el nombre de Jesús. Me encuentro luchando para decirlo, hasta que finalmente lo digo y entonces el sueño se detiene, en paz.

En todo esto, no siento miedo, sino una confianza en el poder del nombre de Jesús”.
Este es el otro:

“En los últimos diez años me he encontrado a mí misma, de vez en cuando, despertada paralizada, ya sea sintiendo un peso arriba mío o sintiendo algo que escalaba en la cama.

La tercera vez que esto sucedió pude abrir la boca y decir: ‘¡Jesús!’ Cuando llamé, sentí que la cosa o cosas retrocedían. Cada vez que repetía el Nombre del Señor era un retroceso cada vez más hasta que se fue.

Entonces yo fui capaz de levantarme y sellar mi casa con agua bendita. Luego de un lapso de tiempo esto sucedió de nuevo.

Luego leí que la Santísima Virgen dijo en Medjugorje que hay que limpiar la casa con agua bendita todos los sábados, lo que mantiene la casa sellada“.

¿QUÉ HACER EN ESTOS CASOS?

Echar fuera espíritus en el nombre de Jesús y luego con agua bendita o sal bendita o ambos en todas las ventanas y puertas (por razones misteriosas, esto parece especialmente eficaz).
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Lectura de la Biblia antes de dormiry orar parece primordial.
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Nunca retrocedas ante el enemigo.Cuando parezca demasiado intenso, aquí hay un secreto: ayuna.
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Y otra más: la alabanza a Dios. Cuando damos gracias y alabamos a Dios, nunca triunfa el enemigo.

Estas recomendaciones también valen para los casos de trastornos o enfermedades que tienen una base más larga en el tiempo como veremos.

TAMBIÉN NOS SUCEDEN COSAS SOBRE UNA BASE MAS CONTINUA

Cuando hay un problema en la vida, y sobre todo con la salud, se da una confluencia de lo emocional, con lo natural y lo espiritual.

Este es el caso de la enfermedad: las fuerzas espirituales sin duda pueden iniciar efectos físicos, pero en muchos casos, su papel es mayor en la exacerbación de las debilidades que vimos antes.

¿Es cierto esto en problemas de “salud” comunes, tales como la fatiga y el insomnio?
Una ex satanista y ahora católica, Débora Lipsky de Maine, experta en educación y espiritualidad, dice que a veces cuando tenemos problemas crónicos de sueño,

“los demonios están intentando deliberadamente nuestro desgaste físico. El sueño es el momento en que el cuerpo se rejuvenece;interrupciones continuas en la capacidad de dormir pasiblemente, genera un gasto importante de las capacidades de razonamiento“.

¿No hemos pasado por esto: irracionalidad y agotamiento, especialmente a medida que envejecemos? ¿Bajos niveles de energía?

“Los demonios están agotando su energía porque su demanda es muy superior a la energía que el cuerpo humano puede producir”, dice Lipsky en su nuevo libro Un mensaje de esperanza.

Cuando las causas médicas se hayan descartado, maneja las espirituales“.

Lipsky, quien ha estado fuera de satanismo durante casi veinte años, también dice que debemos estar alerta cuando experimentamos “un inicio repentino de la depresión o intensos cambios de humor erráticos”, porque la mente puede entrar en contacto con “energía pura maligna”.

Inapropiados ataques de ira con extrañas acusaciones infundadas pueden ser otro marcador, tal como pueden ser los repentinos cambios físicos en el cuerpo – la pérdida o ganancia de peso o dolor de cabeza o problemas intestinales o dolor inexplicable en una articulación (siempre “inexplicable”, por mucho que se pueda atribuir a la fisiología). Lo mismo ocurre con los accidentes frecuentes.

¿UN ANTÍDOTO?

Lipsky recomienda evitar los lugares y las personas que exudan negatividad (que ella dice pueden ser contagiosos), y ser conscientes de la “transferencia”: un espíritu oscuro cerca de alguien puede llegar a unírsele.
A la primera señal de eso, usa agua bendita, dice ella, y en el Nombre de Jesús, demanda que se detenga. Usasal bendita. Ora hasta que te sientas tranquilo, hasta que te sientas fuerte, hasta que tu casa esté en calma, completamente.
Y pasa tiempo entre la naturaleza.

Toma un paseo por el agua o por medio de algunos bosques o campos. Observa la fauna ya sean ardillas, pájaros, mariposas o las flores.
Ve y aprecia la belleza de la naturaleza y reconoce la perfección de un Dios maravilloso que orquestó una creación tan bella.
Alejándote de las multitudes donde puede surgir cualquier oportunidad para que los demonios susurren un pensamiento negativo en su cabeza.
Satanás no puede crear, sino destruir solamente, así que en la naturaleza centrémonos en la Creación y el Creador lo que prueba que Satanás no es rival para nuestro poderoso Dios.
La apreciación del mundo natural también nos deja asombrados del poder creador de Dios y perfecto equilibrio en la naturaleza”.

LA EXPERIENCIA DE BATALLAS ESPIRITUALES

Para saber como reaccionar debemos tener experiencia en las batallas espirituales y tener a mano oraciones de liberación también.

Lamentablemente se oyen pocas homilías sobre los demonios, las batallas espirirituales y las oraciones de liberación y es a la única información espiritual que acceden muchos católicos, por eso es importante hacerles llegar a ellos la experiencia de Santos en las batallas espirituales, lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica y oraciones de Liberación, que publicamos abajo, como forma de protegerlos.
En la lectura de las vidas de los santos descubrimos que muchos soportaron ataques diabólicos. La siguiente cita del Diario de Santa Faustina lo dejan claro:
“Hija Mía, quiero instruirte sobre la lucha espiritual.  Nunca confíes en ti misma, sino que abandónate totalmente a Mi voluntad… No te hago ilusiones con la paz y los consuelos, sino que prepárate a grandes batallas.  Has de saber que ahora estas sobre un escenario donde te observan la tierra y todo el cielo, lucha como un guerrero para que pueda concederte el premio; no tengas mucho miedo, porque no estás sola”. (Diario 1760)
¿Por qué el Dios de la misericordia ordena una batalla espiritual para su pueblo en la tierra?
Las palabras de Cristo a Santa Faustina lo permiten comprender:
“Pero, hija, aún no estás en la patria; así pues, ve fortalecida con Mi gracia y lucha por Mi reino en las almas humanas y lucha como una hija real y recuerda que pronto pasarán los días del destierro y con ellos la oportunidad de adquirir meritos para el cielo.  Espero de ti, hija Mía, un gran número de almas que glorifiquen Mi misericordia durante toda la eternidad” ( Diario 1489).

La lección de Cristo se aplica a todos los creyentes: un mayor número de almas glorifican eternamente a la Divina Misericordia, porque recibieron la misericordia en la forma en que lo hizo David en la derrota de Goliat.

No sólo los satanistas participan en la guerra espiritual. San Pablo exhorta a todos,
“Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en la fuerza poderosa. Revestíos de las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del diablo. Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus del mal que están en el aire. Por eso, tomad las armas de Dios, para que podáis resistir en el día funesto, y manteneros firmes después de haber vencido todo. Poneos en pie, ceñida vuestra cintura con la verdad y revestidos de la justicia como coraza” (Efesios 6: 10-14).

Pero ¿debe creer un católico en el diablo?Veamos lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica:
CIC 414. Satán o el diablo y los otros demonios son ángeles caídos por haber rechazado libremente servir a Dios y su designio. Su opción contra Dios es definitiva. Intentan asociar al hombre en su rebelión contra Dios.

CIC 391. Detrás de la elección desobediente de nuestros primeros padres se halla una voz seductora, opuesta a Dios que, por envidia, los hace caer en la muerte. La Escritura y la Tradición de la Iglesia ven en este ser un ángel caído, llamado Satán o diablo. La Iglesia enseña que primero fue un ángel bueno, creado por Dios. Diabolus enim et alii daemones a Deo quidem natura creati sunt boni, sed ipsi per se facti sunt mali (“El diablo y los otros demonios fueron creados por Dios con una naturaleza buena, pero ellos se hicieron a sí mismos malos”).

Las personas de todos los orígenes y credos, y también la Iglesia católica, es decir, nuestro clero, necesitan la liberación del sufrimiento diabólica. Incluso aquellos que entran en prácticas diabólicas, a menudo llegan hasta el punto de buscar la liberación de los asaltos de satanás y sus cohortes que les seducen con promesas vacías y luego atormentan a la persona.

Jesucristo es el jefe exorcista. Su ministerio de sanidad y liberación continúa a lo largo de los siglos. La Iglesia Católica tiene un arsenal de los sacramentos y sacramentales para servir a las personas necesitadas de liberación. El clero debe hacer el trabajo pesado en el ministerio de sanidad y liberación, porque tiene la autoridad dada por Dios para echar fuera a los espíritus malignos.

La oración es fundamental para los que sufren en su viaje hacia la curación.

ORACIÓN DE LIBERACIÓN DE SAN JUAN CRISÓSTOMO

Oh, Dios eterno, tú que redimiste la raza de los hombres de la cautividad del diablo, no entregues a tu siervo a los espíritus impuros. Manda a los espíritus y demonios malignos e impuros apartarse del alma y el cuerpo de tu siervo, y no permanecer ni esconderse en mí. Que sean expulsados de mí, en tu propio nombre santo, el de Tu Hijo unigénito, y el del Espíritu, de modo que, después de haber sido limpiado de toda influencia demoníaca, viva piadosamente, con justicia, y con rectitud y pueda ser considerado digno de recibir los santos Misterios de Tu único Hijo y nuestro Dios, bendito y glorificado, junto con el Espíritu santo creador de vida, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

INVOCACIÓN A LOS SANTOS

Ven Espíritu Santo con Tus siete dones y úngenos con tu luz divina, tu sabiduría y tu poder. Ven Señor Jesucristo y úngenos con Tu Preciosa Sangre, liberándonos de toda trampa y la fortaleza de los principados y poderes de la oscuridad. Oh Madre de Dios, gloriosa e inmaculada y siempre Virgen María, ven y aplasta la cabeza de la antigua serpiente. Oh, gran padre San José, el terror de los demonios, ven y aniquila a los enemigos de nuestras almas. San Miguel, gran príncipe y comandante del ejército celestial, derriba a los enemigos insidiosos que tratan de destruirnos. Vengan gloriosos Apóstoles, vengan grandes patriarcas y profetas; venga el blanco ejército de los mártires, llegue una multitud pura y noble de vírgenes. Ven en nuestra ayuda Santa Teresa, San Juan de la Cruz, San Elías, San Eliseo, San Juan Bautista, Santa Teresa, todos los Santos de Carmelo, San Pio. Santa Faustina, San Benito, San Francisco, San Antonio, Santa Clara. Nuestros Ángeles de la guarda, Arcángeles, y todos los Santos Ángeles y Santos, lleguen a repeler los ataques y engaños de nuestros enemigos malvados; háganlos impotentes e indefensos. Levántate Dios; deja que tus enemigos se dispersen y que todos aquellos que te odian huyan delante de Ti. Como se derrite la cera ante el fuego, así perecerán los impíos delante de Dios. Amén
ORACIÓN PERSONAL DE LA LIBERACIÓN
Señor misericordioso y omnipotente: Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, expulsa de mí toda la influencia de los espíritus malignos. Padre, en el nombre de Jesucristo, te pido romper cualquier cadena que tenga el diablo sobre mí. Vierte sobre mí la Preciosísima Sangre de tu Hijo. Que su sangre inmaculada y redentora llegue a todos los límites de mi cuerpo y mente. Te pido por intercesión de la Virgen María. Arcángel San Miguel, intercede y ven en mi ayuda. En el nombre de Jesús, Mando a todos los demonios que puedan tener alguna influencia sobre mí dejarme para siempre. Por sus heridas, su corona de espinas, su cruz, por medio de su sangre y resurrección, Mando a todos los espíritus malignos que me dejen. Por el verdadero Dios, por el Espíritu de Dios, por Dios quien lo puede todo, en el nombre de Jesús, mi Salvador y Señor, déjenme. Amén. (Aprobado para su uso personal de los laicos: Obispo Julian Porteous)

ORACIÓN POR SANIDAD INTERIOR
Señor Jesús, que viniste a sanar nuestros corazones heridos y con problemas. Te ruego que me sanes de los tormentos que causan ansiedad en mi corazón. Te ruego, de una manera particular, que cures todo lo que sea causa del pecado. Yo te pido que entres en mi vida y me sanes de los daños psicológicos que me llegaron en mis primeros años y de las lesiones que sucedieron a lo largo de mi vida. Señor Jesús, tú sabes mis cargas. Yo las pongo en Tu corazón del buen pastor. Te suplico por la gran herida abierta en tu corazón que sanes las heridas pequeñas que se encuentran en mí. Cura el dolor de mis recuerdos, de modo que nada de lo que me haya pasado haga que me quede con dolor, angustia y lleno de ansiedad. Sana, Señor, todas esas heridas que han sido la causa del mal en mi vida. Quiero perdonar a todos los que me han ofendido. Cura todas las heridas dolorosas que hacen que sea incapaz de perdonar. Tú que has venido a sanar a los afligidos de corazón, por favor, sana mi propio corazón. Cura, mi Señor Jesús, esas heridas íntimas que me causan enfermedad física. Te ofrezco mi corazón, acéptalo Señor, purificarlo y dame los sentimientos de tu Corazón Divino. Ayúdame a ser manso y humilde. Saname, Señor, de todo lo que me oprime. Concédeme recuperar la paz y la alegría en el conocimiento de que tu eres la resurrección y la vida. Hazme un auténtico testimonio de tu resurrección, tu victoria sobre el pecado y la muerte. Amén. (Aprobado para su uso personal de los laicos: Obispo Julian Porteous)

Fuente: FOROS DE LA VIRGEN