Hoy al mediodía
no he podido ir a almorzar a casa, me he tenido que dirigir a un comercio que
tiene como servicio el montar sistemas de seguridad para vehículos, así como también
sonido y accesorios, estuve a la hora convenida pero el técnico como buen
venezolano me atendió dos horas después, así que me he tenido que estar sentado
durante ese periodo de tiempo esperándolo. Durante esos momentos tuve la
oportunidad de escuchar la opinión de los varones que se encontraban cerca, y
la expresión al unísono fue “felizmente divorciado”.
Con frecuencia he escuchado una serie de expresiones
tales como:
No te cases ¿tas
loco?, ¡ya no soporto mas a mi esposa!, no
chamo! la moda es vivir sin casarse así
no hay rollo para divorciarse, si quieres tener hijos no tienes necesidad de
casarte, si la novia sale embarazada una pastillita y listo ¡solucionado el problema!. Basta con
escuchar estas frases para pensar, ¿acaso no hay antídoto para esta situación?,
¿Tan malo es casarse y tener hijos para complicarnos la vida?, ¿Entonces formar
un hogar en la actualidad es un sacrificio que no esta al alcance de las
parejas?.
La iglesia enseña que la familia es uno de
los bienes mas preciosos de la humanidad, queridos por Dios con la misma creación[1], para que
todas las personas puedan nacer y desarrollarse en una comunidad de amor.
El hombre, en cuanto imagen de Dios, ha sido
creado para amar[2], y esta
llamado a amar, Dios lo ha escrito en su corazón, la Sagrada Escritura narra la
creación del primer hombre y de la primera mujer, varón y mujer, los bendijo y también
les dijo crezcan y multiplíquense, esto es formar una comunidad de vida, esto
es el matrimonio.
Durante la
convivencia el ser se ve obligado a dejar su egoísmo, a servir, dignificando la persona humana,
respetando, entablando la comunicación afectiva, viviendo el amor, la verdad
del evangelio, realizando plenamente el proyecto de Dios. Los Matrimonios Cristianos
deben ser ejemplo para toda la comunidad, manifestación de la voluntad del
Padre en su bondad y belleza. Los cambios culturales de los últimos años han
influido fuertemente en el concepto tradicional de la familia, una equivocada
concepción de la independencia de los esposos, defectos en la autoridad y en la relación de los padres e hijos son
dificultades que evitan que la familia trasmita valores humanos y cristianos,
creciente numero de divorcios y de uniones no matrimoniales, la esterilización,
el aborto, irresponsabilidad, incapacidad educativa de los padres, falta de
estabilidad y de solidaridad, son una serie de aspectos negativos que
encontramos actualmente, es por ello que debemos trabajar para fomentar la
unión de la familia, exaltar la dignidad de la mujer y del varón, ser custodios
de la vida y de la fecundidad del matrimonio, proteger este hermoso tesoro que
Dios, colaboremos obedientemente en la misión cristiana de dignificar esta
valiosa comunidad de vida.
Cuando la comunidad Cristiana comprende el amor de Dios, contribuye al orden en la familia, la sociedad
y por supuesto al de su nación, debemos crecer en las virtudes, especialmente
el de la caridad, dejar a un lado el egoísmo que hace tanto mal, para ello
debemos poner en primer puesto a Dios en nuestras familias, orar constantemente
tanto individual como colectivamente, orar para que los padres sepan educar
adecuadamente a los hijos, consagrar y agradecer a Dios por la familia,
compartir la palabra de Dios para que crezca el conocimiento y podamos
comprenderlo, pedir al Espíritu Santo su particular auxilio, pedir a nuestra
mama celestial modelo y figura de la iglesia para que por medio de su poderosa
intercesión guíe al pueblo cristiano a encontrar en Cristo el camino hacia la
casa del Padre.
Orientar a los jóvenes sobre la sexualidad humana y cual
es el significado en nuestras vidas, papel de los padres quienes han de ser un
modelos para los propios hijos dar ejemplo a la prole, rescatar el liderazgo y
formarlos en la castidad, “el padre que inspira su conducta en un
estilo de dignidad varonil, sin machismos, será un modelo atrayente para sus
hijos e inspirará respeto, admiración y seguridad en las hijas”[3] deben orar
con ellos y por ellos, desgastar sus rodillas en el dialogo con Dios.
La familia debe luchar unida porque la influencia de los
antivalores es fuerte así que hay que trabajar mucho en la formación, en el
dialogo, en el respeto y en la comprensión. Para ello recomiendo buscar
bibliografías y material audiovisual sobre el respecto.
Bibliografías
recomendadas:
Gaudium et spes del
Concilio vaticano II.
Catecismo la familia y el
matrimonio, C.E.V, 1997.
Sexualidad humana: verdad
y significado, ediciones trípode, 1996
Carta a las familias del
Papa Juan Pablo II, ediciones trípode, 1994
Exhortaciòn Apostólica
Familiares Consortio, ediciones trípode, 1995
Matrimonio vocación
Cristiana, homilía. San José María Escrivá de Balaguer 1970.
Como lograr un Matrimonio
Feliz, Gustavo Eliécer sdb, San Pablo
1997
Epístolas paulinas,
Sagrada Escritura
“Hijos, no
podemos comprender el poder que un alma limpia tiene sobre el buen Dios: ella
obtiene de él todo lo que quiere. Un alma pura está junto a Dios como un niño
junto a su madre: la acaricia, la abraza y su madre le devuelve sus caricias y
sus abrazos.
Para conservar la pureza hay tres cosas: la presencia de
Dios, la oración y los sacramentos”
San
Juan María Vianney El Santo Cura de Ars.
Lic. H. Alfredo Barón M.
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